8 comentarios en “Decir ‘lo comprendo’ no significa estar de acuerdo”

  1. Gracias por hacer pensar una vez más. Me ha transportado a mis primeras clases de antropología cuando estudié la carrera de Psicología. Si, en el plan antiguo estábamos más cerca de la filosofía que de la Ciencia. Se explicaba entonces como algo básico la distinción de Erklaren – Verstehen, seguro que mal escrito por mi mala memoria (entender, comprender) . A mí aquello me sirvió para mucho, la verdad. Por otro lado también asistimos a la identificación- confusión de expresiones políticas con posicionamientos partidistas. Por ejemplo, digo que no me gustan los telediarios de la 1 y soy directamente un fascista. Son tiempos extremos, como los deportes, que parece que o son extremos o no son. ¿Será suficiente el diálogo para moderar el ambiente? ¿Qué va antes del diálogo? A lo mejor hemos de escarbar más en las raíces.

    1. Juan Carlos, necesitamos filosofía, mucha más filosofía en este mundo. Y un paseo por algunas lecturas nos muestra lo mucho que saben quienes aprendieron bien y ya no están en este mundo.
      Respecto a tus dos preguntas, me encantaría leer tus respuestas y seguir conversando a través de nuestros diálogos.
      Te espero… 😉

  2. Maider, qué necesario es dialogar sobre el diálogo! atraviesa todo lo que hacemos!

    Te leo y me vienen otros elementos que condicionan los diálogos que me rodean. A veces, la correlación diálogo-decisión y el apriori de que (especialmente en el ámbito profesional) el diálogo no es valioso en sí mismo salvo que sea un recurso «productivo» y derive rápidamente en alguna acción. Otras veces, esa sensación de que el diálogo está siendo un escenario de cartón piedra tras el cual está el verdadero terreno en el que juegan los egos, el poder… un terreno en el que desidentificar idea-persona o cambiar de opinión o confesar no tener una opinión clara puede no ser bien recibido.

    Muy inspirador tu post, gracias por compartir avances! Un placer leerte.

    1. Gracias, Izaskun, por tus palabras. Comparto esa reflexión que haces sobre lo que adherimos al «diálogo». Un placer leerte también por aquí.

  3. Yo intuyo contestando a las preguntas que planteaba, que inauguramos una época en la que hemos de ejercer, desarrollar, tomar más conciencia en definitiva de nuestra propia Responsabilidad. Un valor práctico que sólo puede ponerse en valor, valga la redundancia, con comportamientos responsables. Y lo digo porque veo a mi alrededor, y en mí claro, que hablamos más de la responsabilidad de los demás, de las instituciones, de las organizaciones, etc.
    Por otra lado creo que esta época de inseguridades e incertidumbre traerá un repunte de valores y discursos más espirituales para compensar la gran dosis de realidad que nos hemos inyectado como sociedad. No podemos olvidar la cultura neoliberal en la que estamos inmersos donde todo pasa por uno mismo, desde la psicologización de las relaciones, al tremendo peso de la autorrealización como primera premisa para relacionarme. Muy difícil este panorama para el discurso cívico donde la premisa es el bien común, el manoseado procomún. Por eso invertir en la Responsabilidad individual creo que es un acierto ya que es un puente que puede unir el discurso individualista liberal, el discurso cristiano de valores fuertes y el discurso cívico del republicanismo. Pero vaya, es más un deseo que una certeza. Como profeta soy un desastre.

    1. Juan Carlos, esa tensión equilibrada entre «yo» y «los otros» creo que es necesaria cuidar. A esa clasificación, una profesora sueca experta en diálogo en el ámbito educativo y ya jubilada, le sumaba la doble variable de «cercanía» y «distancia». Tenemos aquí un cuadrante en el que debemos observar(nos) para lograr que las fuerzas excluyentes se contrarresten con las integradoras; de otro modo nos convertimos en magníficos críticos de propuestas ajenas y aduladores de discursos propios.
      Sigo leyendo tu texto y, al igual que tú, formulo deseos que ojalá germinen en esta revuelta realidad. Un placer leerte a ti también 😉

  4. Fantástico Maider, de verdad.
    El argumento, la lógica y las cuatro partes del proceso. Muy interesante.
    Aquí me lleva a entender, precisamente, que el diálogo requiere de un pensamiento previo tal y como lo planteas para que seamos capaces de comprender más para llegar a un punto en común, o no, pero que enriquezca a ambas partes en el conocimiento de lo «sutil», ahí donde nos damos cuenta de las cosas.
    Besote bien grande Maider

    1. Qué bien planteada esa manera de aprehender el diálogo, Juanjo. Gracias por tus palabras y por pasarte por aquí 😉 Besote de vuelta igual de grande.

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