Reflexión abierta sobre los espacios colaborativos

Hace ya un tiempo que leí la entrada de Mª Jesús Salido en THP en la que se decía exactamente que “el término Comunidades de Práctica, se nos empieza a quedar pequeño ante la diversidad de casos y aproximaciones”.
Y esto me ha llevado a hacer una reflexión en el proyecto que hemos puesto en marcha en Fevas.
Porque precisamente, cuando pones en marcha una Comunidad de Práctica (CoP), te entran dudas sobre si realmente es una CoP o es un algo similar, sobre cómo verificar que realmente estás creando algo “diferente”, sobre si el espacio colaborativo se crea cuando se pone en marcha una metodología colaborativa o debe pasar un tiempo hasta que se rompan las dinámicas “no colaborativas” que desarrollamos las personas en entornos colaborativos.
Un espacio colaborativo ¿se crea? ¿o se construye mientras se vive en él? ¿Hasta qué punto hacemos algo distinto cuando creamos una estructura colaborativa? ¿Cómo la integramos en nuestra estructura “no colaborativa”? ¿Debemos hacer alguna otra labor de formación, información, sensibilización, en paralelo, con los integrantes de esa nueva fórmula para que realmente se consoliden comportamientos abiertos en organizaciones cerradas o no tan abiertas?
¿Son las comunidades de práctica espacios de reflexión abierta?
Cuando ponemos en marcha las CoP, veo que necesitamos, primero,  desaprender nuestras viejas costumbres arraigadas en nuestras viejas estructuras para, posteriormente, poder desarrollar otras diferentes que, puede que en un principio (y gracias a nuestra tendencia natural) no sean demasiado colaborativas… no sé, es mi reflexión/lío…
De hecho, cuando creamos la CoP, uno de los primeros ejercicios que ponemos en marcha es cómo queremos tomar las decisiones de forma regular en el grupo; solemos pensar en diferentes fórmulas (consenso, mayoría simple, cualificada, voto preferente,…)
En este primer momento la respuesta es unánime y clara, “el  consenso va a ser nuestra guía en la toma de decisiones ordinaria (por algo estamos aquí, ¿no?)”
Entonces, avanzamos en el ejercicio y pasamos a decidir qué vamos a hacer en caso de  no acuerdo, cómo vamos a tomar las decisiones… y entonces llega el no acuerdo.
En este momento y ante el posible conflicto/no acuerdo futuro, las personas acudimos veloces a aquellas fórmulas magistrales de mayorías o de votos cualificados que nos salvan el “conflicto” con rapidez. Nuestra premisa es no discutir durante horas algo, resolverlo cuanto antes y de la manera más “fácil” posible (esto da para otras cuantas reflexiones sobre conflictos y gestión de los mismos en esta sociedad)
Y es aquí donde yo  me planteo si estamos “preparadas” las personas para vivir en clave “colaborativa”, en clave de libertad o de mayor libertad;  y es que no somos capaces de ver que mantener el consenso, como fórmula para definir el mejor modo de resolver un futuro no acuerdo, es mantener la libertad para construir, afianzando la premisa de “confianza en la comunidad”.
El pasado viernes, en una de las CoP, sólo una mujer, alemana, defendía esta premisa y, curiosamente, nadie le entendía. En ese momento pensé ¿será una cuestión puramente cultural?
Resulta obvio  que no estamos acostumbrados a vivir en libertad en los entornos laborales (con los personales no me meto).
Cuando entramos a participar en áreas de decisión que históricamente han pertenecido a direcciones y jefaturas, las personas nos vemos “limitadas” para construir sobre esas áreas en la tan ansiada libertad; y entonces, acabamos recurriendo a fórmulas que nos son familiares aunque sean más limitativas; pero son las que nos dan seguridad.
Entonces, ¿qué supone crear espacios colaborativos en entornos no colaborativos y con personas no acostumbradas a vivir en libertad?…
…bueno, y toda esta vomitera ¿a qué obedece?
Simplemente a una reflexión en torno a las nuevas fórmulas colaborativas que se están poniendo en marcha y a la forma en cómo, de repente, las estamos desarrollando y lo que de ellas quedará…
…o no….

2 comentarios en “Reflexión abierta sobre los espacios colaborativos”

  1. Eskerrik asko Maider
    Es un placer leer el ruido de tus tripas en esta historia apasionante y que me consta, te atrapa. Te leo y me abordan algunas dudas. Son solo dudas aunque puedan parecer certezas…
    Por un lado, la sensación de que falta algo en el relato. Me explico. Me interesa especialmente el marco, la dinamica más amplia dónde se da esta dinamica más pequeña. Yo no creo tanto en personas e inercias personales. Compro más la existencia de dinámicas organizacionales que favorecen o pisotean la colaboración. No creo tanto en la formación para adquirir la competencia. Si quizás con quienes condicionan especialmente las practicas en las entidades; responsables, dirección,… Más quizás en la muestra de otras maneras alternativas y de éxito de afrontar la coopetencia.
    Por otro lado. Muchos años de trabajo asambleario como para que me convenza la toma de decisiones por consenso. Creo firmemente en la creación de espacios de confianza, de debate y conflicto sobre ideas para luego tomar decisiones que puedan implicarnos a todas las personas sin necesidad de que fuera "mi" alternativa. Hubo lugar para que yo expusiera mis argumentos y ahora decidimos algo diferente, bien, ahora adelante.
    Esas dos ideas+
    Seguimos reflexionando con una caña o en nuestros blogs.
    Beso

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