Aprendiendo de P. Senge: La quinta disciplina (I)


Hace ya unos meses que leí el libro de Peter Senge La Quinta Disciplina. Confieso que me impactó. Lo consideré un libro-biblia, referencia, para leer y releer en los momentos en los que mi fe (mi fe en cómo las personas funcionan, funcionamos en las organizaciones) cae en picado.

Y en esos momentos siento que los problemas que P. Senge identifica son comunes a miles de personas (consuelo de tontos y de tantos) y que las soluciones que propone son soluciones inteligentes y con «sentido común». Y eso me anima a seguir adelante con más calma y más fe.

Así que intentaré, en este espacio, contar lo que yo interpreto de todo eso que he leído y sigo releyendo.

El autor comienza el libro con una frase muy positiva (o negativa, según se mire); en cualquier caso, esperanzadora…

«Nuestros actos crean la realidad…y pueden cambiarla»

…porque, creámoslo o no, nuestra realidad SIEMPRE puede cambiar…

Pero para cambiar una realidad y construir otra nueva, primero debemos ser conscientes de la que nos rodea y desaprender de nuestros viciados procesos y modelos.

El autor analiza el arte y la práctica de la organización abierta al aprendizaje, pero, antes de adentrarse en las claves que nos llevan a este tipo de organización, se para a identificar aquellas conductas que constituyen los problemas de aprendizaje de las organizaciones:

1. Yo y mi puesto:
cuando yo no soy nada más que «mi puesto», cuando mis tareas son mi centro, cuando ese centro constituye mi identidad y más allá de todo esto yo no soy nada dentro de mi organización, cuando siento que no tengo capacidad de influir ni cambiar nada en mi entorno,…algo puede no ir demasiado bien.

2. El enemigo externo:
este enemigo es una derivada del vecino «yo y mi puesto», me explico: cuando toda la culpa de lo que sucede en la organización la tienen los demás,los demás cercanos, mis compañeros/as de trabajo, los de otra sección, departamento, los que nos conceden las ayudas, las jefaturas, el comité, los accionistas,…algo puede no ir demasiado bien.

3. La ilusión de hacerse cargo:
cuando soy «proactivo» e intento hacer algo contra ese «enemigo externo» de antes, y esa proactividad se traduce en un intento desesperado por arreglar a ese otro/ajeno que no funciona según mis parámetros, aunque en este caso resulte difícil de ver,…algo puede no ir demasiado bien.

4. La fijación en los hechos: cuando alguien me pega y yo le pego porque me ha pegado y entonces me insulta y yo le insulto porque me ha insultado y, etc, etc, cuando entro en un sinfín desbocado y me centro en estos hechos sin ser capaz de alzarme sobre mis pies y ver un poco más allá, cuando no me paro y comienzo a analizar la secuencia de hechos desde una perspectiva más lenta en el tiempo y tomando distancia de los hechos,…algo puede no ir demasiado bien.

5. La parábola de la rana hervida:
cuando actúo como la rana, sin observar cambios graduales en mi entorno, es decir, en el agua que, poco a poco, va aumentando de temperatura, acabo quemándome, como la rana, y entonces,…algo puede no ir demasiado bien.

6. La ilusión de que se aprende con la experiencia: cuando pienso que yo sé más que nadie por llevar «x» años trabajando en mi organización,…algo puede no ir demasiado bien.

7. El mito del equipo administrativo: cuando para tratar de resolver estos y otros problemas de la organización, se crean grupos o equipos administrativos de expertos o de responsables,…algo puede ir no demasiado bien.

Todo esto es lo que, según Senge, caracteriza a una organización no enfocada al aprendizaje.

Pero creo que lo interesante de este proceso es aprender DESAPRENDIENDO. Y por eso es importante ser conscientes de estos puntos, ver aquellas conductas que no nos permiten evolucionar; es importante ser conscientes de que las tenemos y las desarrollamos día a día; es importante no sentirnos culpables por ello; es importante desaprenderlas cambiando estas maneras de hacer, y es importante que, una vez desaprendidas o mientras las desaprendemos, nos pongamos manos a la obra para aprender otras nuevas y buenas formas de hacer.

Esto es todo por hoy; seguiremos con el aprendizaje en otro ratito…

Foto de Lazurrutia

2 comentarios en “Aprendiendo de P. Senge: La quinta disciplina (I)”

  1. ufff… la clave es dar con la manera de hacer ver a las demás que es necesario emprender ese cambio, ese desaprendizaje que nos lleve a poner las encima de la mesa una nueva hoja de ruta que nos marque una nueva manera de hacer como equipo…
    solo leer lo que acabas de escribir me ha generado el mismo sentimiento que a ti… me reafirma y me da valor para no rendirme.. aunque a veces sea desesperante…
    gracias por retomar este espacio.. va a ser de un gran valor para los demas… y seguro que para ti también.
    besotes!!!

  2. parece interesante el libro..
    ya veo que puedes ser muy exquematica..esta muy bien el resumen por puntos que nos haces…y en base a ellos , puedo afirmar que la administracion publica es el paradigma de la organizacion no enfocada al aprendizaje,donde sufres mobbing,por parte de vagos pelotas , donde los presentistas estan protegidos …en fin no sigo,que se me va anotar el ramalazo "proactivo",je,je…
    yo me sabia la parabola de 2 ranas que caen en vasos de leche…intentan salir pataleando , una de ellas al cabo de una hora , creyendo el esfuerzo baldío se deja
    morir mientras que la otra sigue pataleando con desesperacion hasta que al cabo de horas, convierte la leche en mantequilla …consiguiendo hacer pie y SALIR.
    otra cosa , el refrán original era " mal de muchos consuelo de todos ".
    muxu bat.montxo

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